Que la madurez es un grado lo demuestra la autora francesa, de lo mejor que hay en literatura policíaca actualmente. En esta nueva entrega de la editorial Siruela, Vargas nos narra el caso de un deficiente mental a quien unos policías retirados protegen de la policía en activo, pues dudan de que haya sido el verdadero asesino en serie de una ídem de crímenes perpetrados en París.
Además de una historia bien construida y relatada, Sin hogar ni lugar supone, como toda la obra de Vargas, un toque de atención sobre algunos de los más criticables aspectos de las tradicionalmente adormiladas conciencias europeas. La autora ataca con vehemencia los juicios mediáticos paralelos y los apriorismos que rigen las sociedades occidentales, convirtiendo así a su novela en un documento comprometido y necesario que muestra que la buena literatura supone siempre una toma de partido.
Sin hogar ni lugar es otro apasionante libro que confirma a Fred Vargas como una de las autoras más originales del género policiaco. Nos encontramos ante una novela descarnada como la vida misma, imprescindible para los amantes del género.
Además de una historia bien construida y relatada, Sin hogar ni lugar supone, como toda la obra de Vargas, un toque de atención sobre algunos de los más criticables aspectos de las tradicionalmente adormiladas conciencias europeas. La autora ataca con vehemencia los juicios mediáticos paralelos y los apriorismos que rigen las sociedades occidentales, convirtiendo así a su novela en un documento comprometido y necesario que muestra que la buena literatura supone siempre una toma de partido.
Sin hogar ni lugar es otro apasionante libro que confirma a Fred Vargas como una de las autoras más originales del género policiaco. Nos encontramos ante una novela descarnada como la vida misma, imprescindible para los amantes del género.
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